Los participantes de la Jornada de Acción Socioambiental, instancia piloto surgida desde un acuerdo entre los propios jóvenes y trabajada en conjunto a la Fundación Biósfera Mía, llegaron hasta el sector del parque El Fin a limpiar el entorno y librarlo de contaminación.

Puente Alto, miércoles 12 de febrero 2020-.  La directora regional metropolitana (S) del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), Javiera Sanhueza, lideró una Jornada de Acción Socioambiental en la que más de 50 jóvenes provenientes de distintos sectores de la Región Metropolitana se hicieron presentes para limpiar el sector aledaño al parque El Fin, ubicado en calle Claudio Matte, Puente Alto.

Esta instancia de voluntariado surgió desde un diálogo sostenido entre los propios participantes, que tras conversar sobre medidas concretas que podían realizar para proteger el medioambiente, llegaron a un acuerdo con el INJUV para realizar esta intervención en la ribera –y entorno cercano-del Río Maipo. A la actividad se sumó la Fundación Biósfera Mía, con la que INJUV está trabajando este programa piloto.

“Considero que los resultados fueron muy buenos porque los jóvenes no sólo son protagonistas de idear instancias o acciones ecológicas que se puedan realizar, sino que también se transforman en agentes de cambio y protagonistas al llevarlas a cabo”, valoró la directora regional, Javiera Sanhueza, que continuó diciendo: “Se observa un gran compromiso de parte de los chicos, que hace de este piloto algo que se debe seguir impulsando. Así que invitamos a toda la comunidad de nuestra Región Metropolitana a que se sumen al desafío de potenciar el desarrollo sostenible”.

Posterior a la limpieza de la ribera del Río Maipo, los jóvenes voluntarios incorporaron un punto limpio INJUV en el lugar, además de sostener una charla de gestión de residuos y recurso hídrico. La Jornada de Acción Socioambiental concluyó con la instalación de letreros artesanales, que llaman al cuidado de la ribera y a evitar la contaminación.

El objetivo principal de esta actividad fue involucrar a la ciudadanía en la acción climática y la transformación hacia un desarrollo socioambiental, cultural y patrimonial, impulsando iniciativas de voluntariado, donde los jóvenes y las comunidades sean protagonistas de acciones concretas y que impacten de forma positiva su entorno.

Para entender el impacto de esta acción de voluntariado, cabe recordar la importancia de la limpieza de los entornos cercanos a grandes cuerpos de agua, sobre todo cuando hay plásticos involucrados. Según cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), se desperdicia el 75% de todo el plástico que se produce, calculándose que 8 millones de toneladas de residuos plásticos llegan a los mares del mundo cada año.

Además, se espera que para el año 2030, la totalidad de emisiones de CO2 que resultan del ciclo de vida del plástico aumente en un 50%, mientras que el aumento de gases invernaderos ocasionado por incineración del plástico se triplique. Y por si fuera poco, 104 millones de toneladas métricas adicionales de plástico contaminarán nuestros ecosistemas si no se reduce el uso de plásticos drásticamente en todo el mundo.