La autoridad, recordó que es la respuesta social del Gobierno para resguardar a los más vulnerables de las consecuencias de la pandemia. Vino a reemplazar al Bono Covid como una alternativa permanente de asistencia económica. Sin embargo, este aporte no ha estado exento de un complicado debate legislativo en su origen y posteriores modificaciones.

Aysén, martes 25 de mayo de 2021-. En abril del año pasado el Bono Covid abría la oferta programática del Gobierno para enfrentar los efectos de la Pandemia, que semanas antes se había hecho presente en el país con los primeros casos de Coronavirus. De esta forma los chilenos aprendimos una nueva nomenclatura epidemiológica, a la que también se sumó una conceptualización social que cada día se hizo más habitual, como por ejemplo la Calificación Socioeconómica, la Focalización, el Tramo de Ingresos, la Cobertura, el Acceso, entre otros.  Para muchos una serie de nociones desconocidas, sobre todo para parte de la población que, hasta ese minuto, no era usuaria de los programas del Estado.

“Allanar el camino para lograr lo que hoy tenemos no fue fácil. Desde el inicio de la contingencia sanitaria el debate parlamentario siempre presentó discrepancias con las propuestas del Ejecutivo, las que en todo momento estuvieron abiertas a revisarse y a modificar lo que fuera necesario, tal como se hizo. Sin embargo, era un momento en que no se sabía bien a qué nos enfrentábamos, por eso todo era un desafío, quizás el más exigente fue trabajar contra el tiempo y, al igual que hoy, responder ante el apremio con una alternativa rápida, sólida y efectiva. Primaron las medidas con carácter progresivo y de responsabilidad fiscal, porque de lo que sí estábamos seguros, era que el Bono Covid sería la primera acción de otras opciones que vendrían”, explicó el Secretario Regional Ministerial de Desarrollo Social y Familia Marcelo Jélvez.

De esta forma comenzó la difusión en Aysén, cuyos beneficiarios directos eran 13 mil 219 hogares que recibían -en esas semanas- el Subsidio Único Familiar y que pertenecían al Subsistema Seguridades y Oportunidades, más siete mil 952 personas que eran parte del 40% más vulnerable del Registro Social de Hogares. Estas últimas debían postular.

Tras la entrega de este aporte, que fue único y extraordinario, se promulgó la Ley 21 mil 230 que en su Artículo 1 mandataba: “Concédase un Ingreso Familiar de Emergencia compuesto por un máximo de cuatro aportes extraordinarios de cargo fiscal, en las condiciones que establece la presente ley, para los hogares que cumplan los siguientes requisitos”. Ya era el 16 de mayo y el IFE, como también se le conoce por sus siglas, veía su pronta promulgación, no sin antes dejar acalorados debates en las comisiones de la Cámara Baja y el Senado.

Ya con el Plan Paso a Paso en marcha las Fases de Cuarentena comenzaron a hacerse presentes en todas las regiones del país. Lo mismo provocó que muchas familias vieran drásticamente disminuidos sus ingresos o directamente reducidos a cero. Por ello desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia se permitió la actualización en línea del Registro Social de Hogares, como también la incorporación de nuevos usuarios a este sistema de información cuyo fin es apoyar los procesos de selección de beneficiarios de un conjunto amplio de subsidios y programas estatales.

¿Qué buscaba este primer Ingreso Familiar de Emergencia? Beneficiar a un millón 780 mil hogares, llegando así a 4,5 millones de chilenos, todos ellos situados en el umbral del 40% más vulnerable del Registro Social de Hogares. En Aysén, la cobertura alcanzó a más de 14 mil hogares en el territorio y el pago -de acuerdo con la ley-, se traduciría en un 100% del monto correspondiente el primer mes, un 85% para junio y un 70% para julio del 2020. 

Se promulgó la ley y comenzó el despliegue comunicacional del ministro Sebastián Sichel, titular de Desarrollo Social y Familia en ese momento, quién destacaba que “uno de cada cuatro chilenos sería beneficiado por el Ingreso Familiar de Emergencia”, al igual que lo hizo Cristian Monckeberg en su breve paso por la cartera.

Las Críticas

“Por supuesto que había voces que pregonaban su molestia con la cobertura y los montos del beneficio, incluso dentro del oficialismo. Nosotros también como equipo regional y ministerial analizábamos a diario fórmulas que siempre propendían a lo mismo: mejorar. En tanto, ese debate llevó a perfeccionar lo que se tenía para dar paso al Nuevo Ingreso Familiar de Emergencia, que ‘vio la luz’ a fines de junio de 2020 ¿Qué significó? Hacer la diferenciación entre ingresos formales e informales, como la irrupción de un Indicador Socioeconómico de Emergencia (ISE), que permitió aplicar otra perspectiva de la situación que sigue siendo dinámica por las consecuencias de la pandemia. Se aumentaron los montos, las coberturas y los pagos decrecientes pasaron al olvido”, recordó Marcelo Jélvez que asumió el 24 de abril de 2020.

“Lo que hicimos, fue comenzar a capacitar a funcionarios de diversos servicios públicos y también a dirigentes o ciudadanos en general, que se interiorizaran de los cambios que presentaba el IFE. Asimismo, para el mes de julio desde el ministerio logramos acuerdos muy importantes respecto de la accesibilidad digital. Primero se liberó la navegación del web ingresodeemergencia.cl, lo que significó que se podía acceder de manera gratuita de cualquier celular, independientemente de la compañía que prestara el servicio, teniendo o no datos en el plan de conectividad. Lo mismo para la página del Registro Social de Hogares”, destacó Jélvez.

También el Seremi hizo hincapié en el trabajo conjunto con la Fundación para la Superación de la Pobreza que, por medio de los profesionales de Servicio País, permitió llegar a las familias de los campamentos de Coyhaique y Puerto Aysén, con el objetivo que ellos se inscribieran en el Registro Social de Hogares o lo actualizaran y así, posteriormente, postularlos al Ingreso Familiar de Emergencia.

Así el mes de julio se despidió con un nuevo punto de inflexión en el IFE, que al modificar su ley permitió simplificar los filtros de acceso para obtener el beneficio. De acuerdo con la normativa del Ejecutivo se establecieron dos grandes cambios: El primero elimina el requisito de vulnerabilidad socioeconómica, de forma que sólo hay que estar en el Registro Social de Hogares para postular. Y el segundo, facilitó la manera de acreditar los ingresos de los hogares, sólo a través de una declaración jurada simple.

+Simple + Expedito y Covid Navidad

Llegó agosto y septiembre de 2020 y bajo la bajada de ‘+Simple + Expedito’ el Ingreso Familiar de Emergencia ya sumaba su cuarto y quinto pago del año. Para el Sexto, el IFE con mayor alcance del año pasado a nivel nacional, se tradujo en la Región de Aysén en más 20 mil hogares beneficiados, que en su conjunto sumaron sobre 50 mil personas, casi la mitad de la población del territorio.

Para diciembre la variante fue el Bono Covid Navidad, el que recibieron automáticamente quienes obtuvieron el pago de octubre, significando una inyección de recursos de mil 283 millones 500 mil pesos.

2020: $ 16 mil 758 millones de recursos totales

“La cifra tiene importancia por la cantidad de personas alcanzadas en la Región de Aysén, llegando a una cobertura de 51 mil 344 habitantes, como producto de los importes económicos del Ingreso Familiar de Emergencia”, detalló el Seremi Marcelo Jélvez, destacando también la incorporación de la ministra Karla Rubilar a la cabeza de la cartera, dando una nueva impronta al trabajo que se venía realizando.

De esta forma concluye la ley especial que ‘dio vida’ al IFE en 2020 y comienza a gestarse la versión 2021, como parte de la Ley de Presupuesto de la nación, con la idea de activarla de acuerdo con la evolución de la pandemia por Covid-19.

2021: Nuevo mecanismo para los beneficios sociales

“Mejorar los tiempos de respuesta”. Esa fue la premisa para enfrentar la pandemia desde otra arista, a través del Bono Covid y del Ingreso Familiar de Emergencia Covid. El primero de ellos se orientó para ser un aporte que debía solicitarse cada mes para las familias que residan en comunas en Fase 3 ó 4 y, el segundo, para Fase 1 ó 2. Para cada instancia los montos eran diferentes y sólo se postulaba para quienes estaban en comunas en Cuarentena y Transición.

Llega abril y tras el cierre del período de postulación oficial el Ejecutivo lanza en Ingreso Familiar de Emergencia Ampliado. Abre otro periodo para solicitar el IFE y cambia las condiciones. De esta forma se evolucionó desde un sistema basado en las fases de cada comuna para aplicar beneficios a uno más universal, aumentando la cobertura desde el 60% del Registro Social de Hogares al 80, es decir de 6,5 millones de hogares a 13,3 millones.

“Sin duda este IFE representa una respuesta sólida a las necesidades de las familias más vulnerables. Para facilitar la postulación realizamos las últimas dos semanas de abril un despliegue territorial gracias a las gobernaciones, Indap y el Sag, que nos permitió llegar a los usuarios más rurales y hacerlos parte del beneficio. Así llegamos a 33 mil 93 hogares en la Región de Aysén, de un total de 40 mil que son parte del Registro Social de Hogares”, puntualizó Marcelo Jélvez.

Al 30 de abril el Ingreso Familiar de Emergencia en su versión 2021 ha significado siete mil 503 millones de pesos, lo que en su primer año suma un total 24 mil 261 millones 550 mil pesos, casi un tercio del presupuesto para este año del Gobierno Regional de Aysén.