Ministerio de Desarrollo Social destacó a pequeñas empresas que fuera de la normativa llaman a la inclusión laboral.

Los Ríos, 18 de abril.- Hasta la Pizzería Di Baron ubicada en Valdivia, llegó el seremi Carlos Rolack, para relevar la implementación de la Ley de Inclusión Laboral, en esta ocasión con una empresa que cuenta con menos de 100 trabajadores en su personal.

De esta manera, el seremi en Los Ríos indicó que “ojala se repita por parte de otros empresarios, es rescatable que se haga este gesto de forma comprometida y anónima, haciendo sentir a nuestros jóvenes como útiles a la sociedad y evidenciando que tienen las mismas capacidades y responsabilidades que el resto, es un verdadero ejemplo para que las empresas de la región lo tomen en consideración”.

Asimismo, Juan Pablo Barón, propietario de la Pizzería señaló: “esta ya es nuestra tercera temporada con jóvenes con Síndrome de Down y la experiencia ha sido muy enriquecedora, les abre una ventana de realización y esperanza a ellos y sus familias, les da independencia. No es necesario contar con más de 100 trabajadores para la inclusión laboral de personas en situación de discapacidad, hago un llamado a las empresas a tomar conciencia y darse cuenta que en ellos hay bastante potencial”.

EDUCACIÓN INCLUSIVA Y COMPROMISO SOCIAL

El centro educacional Inkapoyen, liderado por su directora Henriette San Martín, fue quien estableció la vinculación directa con la pizzería para dar espacio laboral a estos jóvenes a través del programa del centro de estimulación temprana ejecutado por el establecimiento.

Cabe indicar que la Pizzería Di Baron en Valdivia además de ser inclusiva en su personal, cuenta con el servicio de “Café Pendiente”, el que consiste en que cuando un cliente toma un café en el local, tiene la opción de cancelar 2 para que el segundo sea entregado a una persona en situación de calle o de escasos recursos que no cuenten con el dinero para pagarlo.

Por otro lado, el seremi Carlos Rolack aseguró que las empresas que no cuentan necesariamente con 100 trabajadores en sus planteles de trabajo deben aplicar conciencia y oportunidades reales para jóvenes y adultos en situación de discapacidad, generando así inclusión y acortando de manera significativa las amplias brechas de desigualdad que existen en la región y en Chile.